Familia Clavero

En 1485 D. Diego Clavero, capitán de artillería del Rey Católico es beneficiado en el repartimiento de la Ciudad, entre otras propiedades, con una heredad de olivar y viñedos localizada en la vega del río Guadalcobacín , zona que en el siglo I d.C.  formó parte de los territorios de la antigua ciudad romana de Acinipo[1] (Ronda la Vieja).

En 1767 un descendiente suyo, D. Antonio Clavero, siendo regidor de dicha ciudad de Ronda, solicita un permiso para levantar un Molino donde se encuentran restos de una antigua edificación, construyendo en dicho lugar, un patio y una nave donde realizar los trabajos de molienda.

Desde entonces y hasta ahora, sus propietarios nos hemos dedicado al cultivo del olivar y desde hace algunos años hemos recuperado la tradición de la elaboración de aceite.

Trabajamos el campo y solo le pedimos lo que de forma natural nos puede ofrecer, sin exigencias, sin sobre esfuerzos, cuidándolo según marca la tradición y tratándolo sólo con productos orgánicos. El resultado es una aceituna sana, limpia y llena de propiedades.

Recogemos la aceituna muy temprano, en octubre, cuando está muy verde y apretada. Molturación lenta y serena, en frío, controlando la temperatura, en maquinaria pulcra y adecuada con procesos de prensa y batido vigilados y decantado además de filtrado sin prisas que esperamos disfruten.

El resultado es un aceite de color verde intenso, fresco, frutado, con claras notas de tomatera, plátano y almendra y con un picor sostenido y persistente característico de la variedad hojiblanca.

Los hermanos Clavero Fernández de Córdova, descendientes de los primeros propietarios, les ofrecemos en esta botella un pedazo de nuestra tradición y cultura que esperamos disfruten.

©Copyright Asiain Studio (Marta Pérez Asiain)